En un tiempo donde la gran mayoría de los comercios en el mundo, vende a través de internet y la competencia entre las empresas es cada vez más fuerte, las responsabilidades de un Chief Marketing Officer (CMO) o director de marketing, continúan incrementándose y adquiriendo relevancia para el futuro de las organizaciones.
El marketing sigue siendo para muchas personas y empresas, solo una manera de hacer publicidad para atraer clientes, y para los menos conocedores, solo un gasto más para las empresas, mientras que un CMO es, quien ejecuta y supervisa esa tarea. Con la llegada de nuevas tecnologías, la incursión de nuevas empresas a las ventas online, la búsqueda y consulta de productos y servicios a través de nuevos canales como las redes sociales, ha llevado a modificar profundamente el rol que desempeña un CMO, a tal punto que la palabra “Marketing” ya no se trata solo de hacer propaganda, sino que ha cobrado un significado que envuelve toda una estrategia comercial de conexión y comunicación con los clientes, que conlleva a tomar decisiones.
El director de marketing se ha convertido en una especie de «brazo derecho» del CEO- Director General de la empresa, y ahora más que nunca debe preocuparse por promover una buena imagen digital y posicionarla adecuadamente en el mercado.
Un CMO que destaca entre los demás, tiene la capacidad de interconectar todos los productos y servicios que su empresa ofrece, con las expectativas de los clientes y hacerles ver cómo estos agregan valor a la vida de los consumidores. Su forma de pensar debe ser la de un líder comercial. No tiene por qué limitarse a trabajar solo en materias de publicidad, relaciones públicas y redes sociales, sino que deben compenetrar las áreas internas, asumiendo la responsabilidad que significa impulsar un negocio y no solamente el compromiso de apoyarlo. ¿Cómo? Pues con el apoyo de la tecnología en plataformas digitales para conectar con los clientes y usuarios; fusionando la información y la experiencia del mercado para impulsar el comercio.
Aunque a veces son los directores comerciales los que limitan el potencial de un director de marketing, ya que muchas ocasiones ven el área de marketing como un generador de gastos en lugar de verlo como una oportunidad de crecimiento; y por consecuencia, las funciones de un CMO se ven todavía más limitadas, y por ende “tomar decisiones”, es algo que no les es adjudicado ni permitido.
¿Cómo pasa un CMO de ser solo un experto en marketing a tomar decisiones?
Los expertos en marketing crean equipos de análisis de datos para asegurarse de que no solo usan la información para definir estrategias de marketing, sino también para tener un panorama de cómo los gastos y las actividades de marketing afectan los resultados de la empresa. Además pueden usar toda esa información a la que tienen acceso para comercializar productos y servicios de manera más eficiente, por supuesto todo basado en datos y su conocimiento experto del mercado -Customer Data- .
La recopilación y el análisis de datos también hacen que el marketing sea invaluable para otras partes de la empresa, incluido el departamento de ventas. En el área de Marketing se definen una las estrategias que van desde la buyer persona, así cómo el tipo de clientes empresariales y consumidores directos en cada campaña, hasta la medición de resultados y el control del retorno de las acciones (porque por supuesto ¿qué empresa no quiere el retorno de inversión de manera casi inmediata?), monitorear el mercado e innovar. En fin, un CMO ha pasado solo de encargarse de las estrategias de marketing a ser básicamente un todólogo.
Los líderes de marketing, deben transformar sus organizaciones incentivando el uso de nuevas plataformas tecnológicas que colaboren con el desarrollo de estrategias diferenciales. En Bigo apoyamos a las empresas en su estrategia de MarTech -Marketing Technology-, además ayudamos a integrar procesos comerciales, de marketing y servicio a clientes de inicio a fin.
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