La rápida propagación del COVID-19 en países de los cinco continentes no sólo preocupa por las implicaciones en salud y la crisis humanitaria que está dejando a su paso, sino también por el gran impacto comercial y económico, que genera un panorama incierto para todo tipo de comercios e industrias.
Wuhan, ciudad donde surgió el brote es uno de los principales centros industriales y su producción, equivale al 4% del PIB de China; su paralización ha afectado directamente a grandes, medianas y pequeñas empresas, así como a las cadenas de suministro, y aunque la gran mayoría de las tiendas online siguen percibiendo ingresos, sus ventas también han disminuido considerablemente, debido a que la pérdida de empleos a nivel mundial obliga a las personas a comprar únicamente los insumos necesarios para vivir.
Aquellas empresas que se dedican a la venta de alimentos e insumos médicos y tienen su plataforma de eCommerce, son las que continúan generando recursos considerables. Las tiendas de comercio electrónico dedicadas a otros giros como: electrónica o ropa, y artículos que ahora no resulten esenciales para sobrevivir, disminuyeron considerablemente sus ventas.
Sin embargo, hay medidas que las tiendas online pueden tomar para prepararse una vez que los mercados comiencen a recuperarse. De acuerdo con el informe de Coronavirus: Ecommerce Crisis Management for Today and Tomorrow, distribuidores B2B alrededor del mundo trabajan en la creación e implementación de nuevas tecnologías, herramientas de marketing y actualización de procesos para hacer frente a los efectos que el coronavirus traerá a las empresas en un corto plazo.
¿Cómo prepararnos para ese momento?
- Concentrarse en los clientes que se tiene. Ser empático ante la crisis financiera por la que atraviesa la población en general, puede ser una forma de mantener a los compradores o que estos regresen una vez que la contingencia haya pasado y la recuperación económica comience.
- Si debido a la contingencia, los tiempos de entrega han aumentado -o se han tomado otro tipo de medidas sanitarias-; para garantizar las entregas y seguridad tanto de los clientes como del personal, debe comunicar las acciones a considerar.
- Aprovechar este tiempo y trabajar en sus procesos de pago, actualizarlos, hacerlos más sencillos, rápidos y diversos.
- Para las personas que están en casa y pasan mucho tiempo en línea, podría ser una gran oportunidad para trabajar en el SEO (Search Engine Optimization); siendo la mejor práctica para la atracción de clientes a su sitio web.
- Tratar de no entrar en pánico y evitar ofrecer descuentos indiscriminados para mantener las ventas. Una vez que la demanda aumente de nuevo, su cadena de suministro puede tardar en recuperarse.
En una encuesta reciente sobre los hábitos de compra durante la pandemia de COVID-19, el 44% de los compradores estadounidenses dijeron que buscan opciones para comprar insumos necesarios, en otras palabras, la lealtad se escapa en tiempos de escasez. Es mejor estar preparado para cuando la gente pueda volver a comprar, que vender a cualquier costo ahora.
Después de la crisis, los comercios electrónicos deberán analizar la implementación y/o integración sus sistemas, así como el lanzamiento de nuevas estrategias, lograr la automatización de logística de entregas y distribución, y ampliar sus opciones en cuanto a las cadenas de suministro.